Yeremay: el gol que anuncia una estrella en el Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Yeremay
Yeremay LOF

El canterano confirma su evolución con un partido de bandera: desde la perla imposible de domar, hasta opositar a jugador de referencia en el equipo coruñés

25 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasan apenas siete segundos desde que Yeremay arranca en la banda con una pared a José Ángel, hace un nuevo pase y devolución con Barbero y regatea a su marcador, hasta que desliza un chut imposible de atajar. En este precioso gol, el segundo de su cuenta en un Majadahonda-Dépor que había abierto al transformar un penalti cometido sobre él mismo, aúna talento y creatividad, pero también combinación y entendimiento del fútbol para superar una defensa fortificada desde la sutileza de un jugador de cuerpo menudo, pero enorme en fútbol.

El crecimiento de Yeremay (Las Palmas, 2002) alcanza el punto de madurez de asumir el liderazgo del Deportivo justo cuando Lucas Pérez y David Mella faltaron el pasado sábado. Pero no siempre fue así. Incorporado en edad cadete, llegó después de que el Real Madrid se hartase de su carácter imposible de domar. El canario no era mal niño, en el desdén que mostraba por las normas no se hacía daño más que a sí mismo, pero su presencia en A Coruña tampoco convencía a todos. Se impusieron los que ponían el acento en que un diamante de tal calibre sería imposible de vestir con la blanquiazul si no fuese precisamente por ese temperamento alejado de convencionalismos.

El punto crítico de la estancia de la talentosa perla canaria en el Deportivo llegó precisamente en el momento más brillante de su generación: el título de campeones juveniles conquistado en Marbella, donde Yeremay, recién reincorporado después de la última de sus diabluras, apenas contó con protagonismo. La Youth League devolvió su mejor versión y, aseguran, el Madrid llamó de nuevo a su puerta, pero ya no había marcha atrás en el blanquiazul de su corazón, pese a que el camino aún le guardaba alguna espina.

Las dos últimas temporadas apenas tres partidos como titular volvieron a sembrar dudas sobre su aclimatación al contexto del fútbol profesional, donde la vida de atleta y la convivencia en el vestuario cobran tanta importancia o más que la calidad individual para determinar partidos. Esa larga maduración, alejada de los focos y no siempre bien entendida en Riazor, se une ahora a la confianza inquebrantable de Imanol Idiakez. Es tan básico en el juego, que su adiós por aquella maldita lesión de septiembre (unida a la baja de Barbero) marchitó a Lucas y lastró al Deportivo toda la primera vuelta. Pero, antes y ahora, Yeremay se ha consolidado como titular para crecer como indispensable en un Deportivo al que entre él y Mella han devuelto la sonrisa.

Atado el pasado verano hasta el 2026, con una cláusula de rescisión de diez millones, mientras el club continúe en Primera Federación, pero que aumenta a veinte millones en Segunda y treinta en Primera División, Fernando Soriano sigue llamando a su puerta para amoldar el contrato a esa condición de jugador de referencia que su fútbol anuncia. Ha nacido una estrella en el Deportivo.