De O Tremo a Bertamiráns, un tramo de alto riesgo para sillas y peatones

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

BRIÓN

Los dos kilómetros que separan ambos núcleos están plagados de barreras

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:05 h.

Caminar cada día al menos durante media hora semeja, en principio, un hábito muy saludable, pero si a esta teoría se añaden otras variables como hacerlo con un carrito gemelar o llevando a tu madre en silla de ruedas a un centro de día la cosa cambia. Y empeora a pasos agigantados si esta caminata debe hacerse en un tramo como el de los casi dos kilómetros que separan, por la AC-543, el núcleo brionés de O Tremo del epicentro de Bertamiráns. Esta realidad la vive Fernando Limeres, afincado en Brión desde hace 15 años y que hace casi cinco cuida de su madre, que acude a diario a un centro de día en la capital amiense. Ella tiene un deterioro cognitivo que va a más, por lo que debe llevarla y traerla en silla de ruedas. Por eso, lo que para cualquiera es una acera inexistente o en mal estado, para él y su madre es toda una odisea no exenta de riesgos. «El asfalto está muy deteriorado y, cuando llueve, la cuneta se inunda. Y con el peso de mi madre, que no ayuda, maniobrar con la silla es muy difícil», relata. Una vez que termina el tramo de Brión la cosa no mejora demasiado, ya que las aceras son muy estrechas en buena parte del tramo y en algunos puntos lo son aún más por los contenedores, las farolas y las papeleras.

El cambio de municipio coincide con el inicio de la avenida da Maía y con un edificio cuyos vecinos reiteran los problemas de accesibilidad que tienen las aceras hasta Bertamiráns, con el agravante, señalan, de que las obras de renovación de parte de la calle no siempre respetan las medidas de seguridad. Y si a esto se añade que no pocos vehículos aparcan sobre las aceras, el paso de una silla de ruedas o un carrito de bebé solo puede hacerse invadiendo la carretera. Y si el cochecito es gemelar, como le ocurre a Sandra V. J., todo se complica muchísimo más.

«Si viene una persona de frente, una de los dos se tiene que ir a la carretera, porque no tienes otra opción. El otro día me crucé con un señor con dos bastones, y claro está que la que se bajó de la acera fui yo», relata Sandra, además de confirmar que ha informado al Concello de Ames sobre esta realidad y no tiene conocimiento de que el problema se pueda solucionar a corto plazo. «Me dijeron que tomaban nota, y nada más», añade.

Las farolas en plena acera en zonas especialmente estrechas le dificultan mucho más la ruta en varios puntos que tienen las aceras rotas y desniveladas. Y cuando Fernando y Sandra llegan a la zona ya urbanizada se preguntan cuándo les tocará al tramo que falta, aunque esto no implica que los vehículos respeten las normas y aparquen en las aceras sin dejar espacio para sillas como las suyas.

En plena ruta con Sandra y Fernando para mostrar las dificultades de un trayecto tan corto se acerca Susana, que prefiere no decir sus apellidos, para denunciar problemas de accesibilidad en algunos edificios de Ames, como le ocurrió en su día en el juzgado de paz, cuando tuvo que ir a inscribir a sus hijos con una cesárea muy reciente y subir varias escaleras: «Tiven sorte porque o rapaz do rexistro deixoulle á miña parella os papeis para que non tivese que subir para ver se estaba todo ben».

Ames redacta un proyecto para su trazado y Brión prevé iniciar mejoras este año

El desarrollo urbanístico del Val de Amaía convirtió la AC-543 entre Bertamiráns (Ames) y Os Ánxeles (Brión) en una travesía urbana sin servicios adecuados, como confirman los problemas que denuncia su vecindario. Ante esta situación, ambos concellos confirman que en su hoja de ruta está mejorar sus respectivos tramos. Y todo apunta que será Brión quien lo acometa en primer lugar.

El regidor de Brión, Pablo Lago confía en que las obras comiencen este año. «Incluirán a redución do ancho dos carrís, o que fará baixar a velocidade á que transitan os vehículos. Iso, ademais de mellorar a seguridade viaria no Tremo, deixaranos espazo para renovar e ampliar as beirarrúas, de forma que persoas con mobilidade reducida ou que leven un carriño de bebés poidan circular sen obstáculos», afirma Lago.

Xunta y Concello firmaron en enero del 2023 un convenio de colaboración para ejecutar este proyecto, presupuestado en 605.000 euros, de los que la Xunta aportará 424.000, asumiendo el Ayuntamiento la cuantía restante, aprovechando también la intervención para renovar la red de saneamiento». Y cuando la obra esté terminada, añade Lago, este tramo «pasará de ser unha avenida a carón dunha estrada a converterse nunha rúa máis do municipio».

En el caso de Ames, el Concello destaca que tras las inversiones que superan el medio millón de euros para ampliar las aceras en Bertamiráns, que abarcan desde la almendra central, a la praza de Chavián, se acometerán las mejoras del tramo restante, hasta el límite con el municipio de Brión, una obra para la que están redactando el proyecto