Callos en verano, como los del Ruanova, que vuelven «locos» a los turistas

y. garcía VIVEIRO / LA VOZ

MURAS

Pepa Losada

El bar de Magazos los prepara con éxito los domingos solo para llevar

11 jul 2023 . Actualizado a las 14:14 h.

Una persona natural de la India comentaba hace unos meses cómo le parecía inentendible que aquí en pleno invierno y con temperaturas gélidas echásemos igualmente hielo a las bebidas, o que las consumiésemos frías. Si en nuestra cultura gastronómica asociamos, sin embargo, que un buen plato de fabada, callos o cocido nos calienta más que nada en plena temporada invernal u otoñal, pensar en tomarlos en verano puede sonarnos extraño igualmente. Sin embargo, el turista que asoma por A Mariña con los primeros rayos directos del sol y el termómetro al alza parece que no desdeña, para nada, un señor plato de callos.

Así lo confirma Isabel Basanta Cabeza (Xerdiz-Ourol, 1973) desde su establecimiento, que lleva desde hace 20 años, y con la ayuda de sus hijas Sheila y Yasmila. El Ruanova tiene fama, entre otras cosas, por los callos que prepara los domingos para llevar. El éxito del local es el «trato familiar e o tema dos callos. Os callos, xa teño dito, téñenme salvado na pandemia. No inverno pídeos a xente de aquí e no verán non tanto a de aquí, porque temos outras costumes, pero si todo o mundo que vén de fóra, dende Madrid ata de Portugal, que os levan para alá. Incluso llelos teño conxelados para que lles aguante a viaxe. Os domingos é impresionante. E en Naseiro, xa nin che conto!». Los elabora con carne de cerdo y ternera y garbanzos y con «moito cariño e moito tempo, a lume lento», dice.

Es un bar de clientela fija, que acude a tomar un café o un vino casi como un ritual diario, igual que cepillarse los dientes: «Veñen da parte de Viveiro, de Xove, O Vicedo, Ourol, Muras... Sei o que bebe cada cuál porque é xente fixa». Como Carmen Ramos y Vicente Meitín, propietarios de este local alquilado y donde el Ruanova fue con ellos, durante 30 años, primero tienda ultramarinos y luego bar también. En suma, medio siglo de atención al público. Carmen e Isabel se abrazan demostrando el cariño que se profesan, señalando la primera: «Temos unha inquilina ‘de lo mejor’». Isabel Basanta recuerda con emoción que apostó por un negocio hostelero sacrificado «por sacar as fillas adiante».

Afrontando una reforma de hace pocos años, en la que se amplió notablemente la terraza, el interior del Ruanova da fe del cariño que la clientela profesa al local. Basta con echar un vistazo a la vitrina con obsequios de agentes de la Guardia Civil, entre ellos la imagen de la Virgen del Pilar y una botella con la etiqueta de Su Majestad El Rey, fotos de pandillas del Resu y cuadrillas de cazadores o el billete de una pareja de Shangai que le pidió dejar a la vista. O el dibujo de Diego, de la fachada del local y sus famosísimos callos.

Organiza en solitario las fiestas, que serán el 28 y 29, y celebrará 20 años del local el próximo 16

Este mes de julio tendrá algo más de ajetreo de lo habitual para Isabel Basanta Cabeza, porque se ha embarcado en solitario en dos iniciativas para celebrar, por un lado, el 20 aniversario del Ruanova llevándolo ella y, por otro, las fiestas de Magazos. La primera cita será el próximo domingo 16, también como forma de recordar el día de la Virxe do Carme a nivel local, con sesión vermú y verbena en el exterior del establecimiento. La segunda llegará los días 28 y 29, con las fiestas de Santa Ana, comenzando con verbena con el Grupo Beatriz a las 22.00 y al día siguiente con misa cantada y procesión, más sesión vermú y verbena con la orquesta D’Noche y Conxuro. «Pido á xente que sexa comprensible porque para as festas de Magazos cambiouse de sitio, porque non se poden facer no campo onde se facían e ao non haber máis sitio, van ser no Coto», indica. «Dedícome a pedir os luns, que é o único día de descanso. E para quen queira colaborar teño no bar unha urna pequena», añade. No le falta ni humor ni energía para llevar a cabo ese cometido compaginándolo con el hostelero, reconoce Isabel Basanta, quien ha pensado en unas fiestas que puedan gustar a todas las generaciones, por eso incluye un grupo revelación como es Beatriz, por la gente más joven.

 «Pillas confianza coa xente»

«Encariñeime moito coa xente» dice al hablar del 20 aniversario del Ruanova, añadiendo: «Voume de vacacións, boto oito días pero añoro esa xente, o contacto que teño con eles, porque realmente vivo aquí. Estou dende as sete da mañá que abro e agora sobre todo de verán ao mellor estás ata a unha da madrugada. Chegas a pillar confianza coa xente». «A miña satisfacción é poder saír o día de mañá coa cabeza alta e orgullosa do que fixen», finaliza.