La fiesta en paz

José A. Ponte Far. VIÉNDOLAS PASAR

FERROL CIUDAD

31 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los días que preceden a estas fiestas son de los más estresantes del año para miles de familias españolas. Y no solo por los regalos que hay que hacer, casi todos innecesarios, y por el precio desorbitado de la cesta de la compra, sino por algo más complicado, que afecta al complejo mundo de los sentimientos. Me refiero al empeño que tenemos los padres y madres con hijos ya mayores, casados, con pareja, con niños o sin ellos, en que tienen que celebrar con nosotros estas fiestas, como hicimos nosotros toda la vida con los nuestros. Y por eso, por el hecho de habernos acostumbrado a ello —costumbre, por otra parte, tan satisfactoria para nuestra generación— nos cuesta aceptar que nuestros hijos pongan algunos reparos al hecho de la tradicional celebración colectiva. Ellos tienen ya otra visión de estos acontecimientos familiares y yo creo que tienen el derecho a que se los respetemos. Si vienen a casa, libremente y porque les gusta reencontrarse con la familia, hay que recibirlos con los brazos abiertos. Si no vienen, porque no pueden, están lejos, tienen niños pequeños o simplemente porque prefieren pasarlo con su pareja, pues los padres tenemos la obligación de respetar su decisión. No hay que interpretarlo como un desatino ni mucho menos como un desacato familiar a los mayores. A poco que nos paremos a pensar y nos olvidemos de egoísmos más propios de tribus y clanes que de padres civilizados de hoy, nos daremos cuenta de que, admitiendo sin reparos su decisión, les estamos dando una prueba muy sólida de amor y generosidad. Decía Unamuno que el hombre es un ser problemático por naturaleza, que, cuando no tenemos problemas, nos los inventamos. Pues presionar a los hijos en estas fechas es una forma de crear conflictos y nuestro deber, como padres, es evitarlos. Así que, a ver si tenemos la fiesta en paz. Feliz Nadal a todos.