En concellos como Rodeiro y Agolada se cuentan más canes que personas
04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La vida de los humanos no se puede entender sin los perros. Fieles compañeros que, además de mucha y valiosa compañía, tienen funciones fundamentales en nuestra sociedad ya sea como pastores, en las fuerzas de seguridad o como abnegados lazarillos. De un tiempo a esta parte su presencia ha dejado de ceñirse principalmente a espacios rurales y ahora son un habitante más de los cascos urbanos. Raro es salir a la calle y no ver a alguien paseando a un perro. El Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac) así lo demuestra: en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes hay 30.515 canes.
Una ristra de datos para hacerse una idea de su cantidad: En una población con algo más de 63.100 habitantes, la media de perros es de 48 por cada cien personas. Dicho de otra manera, aproximadamente, se contabiliza un perro por cada dos personas. Es una ratio muy alta. Por poner un ejemplo, en la zona de Ferrolterra son 25 canes por cada cien humanos. El municipio que más tiene es A Estrada con 8.527. Cabe matizar que son perros debidamente registrados, ya que, lamentablemente, no todos los animales están identificados.
En A Estrada la ratio es del 42 %, mientras que en Lalín es del 37,6 % con 7.665 mascotas registradas. La capital dezana es precisamente la que tiene la proporción más baja de la zona. En Silleda hay 4.157, aproximadamente 51 perros por cada cien habitantes, le sigue Vila de Cruces, con 2.377 y después Forcarei, con una tasa del 65,25 %. A partir de aquí se dan dos datos muy curiosos, y es que en Rodeiro y Agolada hay más perros que personas.
Antes, señalar que en Dozón la ratio es del 82 % con 833. En Agolada se registraron 2.398 canes con 2.254 habitantes según indica el INE a 1 de enero del 2023. Lo mismo pasa en Rodeiro, son 2.479 perros por 2.260 personas.
«Cada vez hay más interés en cuidarlos no como mascotas, sino como uno más»
Este panorama se traduce en la aparición de toda una industria diseñada para ofrecer una vida saludable y los mejores cuidados para nuestros amigos de cuatro patas. A principios de año abrió en la calle Rosalía de Castro de Lalín, Domo Pets, una tienda para mascotas en la que ofrecen productos alimenticios naturales, cosmética y un servicio de peluquería canina y felina.
Allí trabaja Astrid García. Auxiliar de veterinaria y con formación en nutrición para animales, decidió emprender en este ámbito en vista de la importancia que tiene para gran parte de la sociedad el cuidado de sus compañeros peludos. «Cada vez hay más interés en cuidarlos no solo como mascotas, sino como uno más», afirma.
Astrid focaliza la alimentación y la higiene como puntos clave en la salubridad de los perros. «Se está tomando la alimentación de las mascotas como la nuestra. La tendencia es a entenderla como una inversión. Si yo lo cuido desde dentro puedo evitar problemas a la larga, como en humanos. Comer bien, equilibrado y lo más natural posible ahorrará ciertas patologías en veterinaria», apunta.
Ni chocolate ni azúcar
En su negocio vende productos completamente naturales que conllevan importantes beneficios. «Productos de masticación natural, como una pata de pato deshidratada, sirve por ejemplo para canalizar el estrés, limpiar los dientes», señala. Matiza que cada perro es un mundo, y que solo en función del tamaño hay variaciones, pero eso sí. Aconseja ciertas pautas comunes para una buena alimentación.
«En perros pequeños, con metabolismo más rápido, lo ideal es dividir su ración en dos o tres veces para que no coman con ansia. Con los grandes también, porque con ingestas muy grandes podemos tener problemas de torsión de estómago», explica. Recomienda no darles bajo ningún concepto azúcares, chocolate o uvas. Tampoco huesos que se astillen, sí congelados o crudos.
«Usar un champú adaptado a su piel y secarlo bien es muy importante a la hora del baño»
Uno de los servicios más populares de Domo Pets es su peluquería, abierta de lunes a viernes. Astrid insiste en que no hacen corte estético, sino una limpieza exhaustiva que permite controlar el estado de salud de los perros. «El baño no solo es limpieza, es salud. Es como un filtro previo al veterinario: controlamos que no tenga heridas, les miramos las orejas, que las huellas estén bien, que las uñas no se enganchen o si tienen algún problema de dermatitis», indica.
Explica que no hay una frecuencia estándar de cuándo bañarlo. «Puedes bañarlo siempre que lo necesite, lo verdaderamente importante es el secado, que queden bien secos en zonas de pliegues, interdigital y oídos, así como usar un champú que se adapte al PH de su piel», detalla.