Tres empresarios aportan el dinero para repatriar a Perú el cuerpo del trabajador muerto en Bértoa

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

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El malogrado joven Miguel Ángel Reyes Cornejo, de 28 años, con su abuela Alicia Trujillo.
El malogrado joven Miguel Ángel Reyes Cornejo, de 28 años, con su abuela Alicia Trujillo. ARCHIVO FAMILIAR

Allegados de la familia del malogrado Miguel Ángel Reyes Cornejo y el consulado entregan una pequeña cuantía a los 11.000 euros que cuesta el traslado desde una morgue en Arteixo. En «10-15 días» los restos mortales viajarán a Lima

08 may 2024 . Actualizado a las 21:19 h.

Mientras la Guardia Civil y un juzgado de Carballo continúan con las pesquisas sobre las causas de la tragedia —hay tres empresarios investigados por un delito contra los derechos de los trabajadores—, tres autónomos se han hecho cargo de la factura que conlleva la repatriación a Perú del cuerpo de Miguel Ángel Reyes Cornejo. Se trata del operario de 28 años, fallecido el 26 de febrero, en una obra de la que no consta licencia en la rúa Titanio del polígono carballés de Bértoa. Los empresarios que se han solidarizado con la familia del joven fallecido son Diego Carbajosa (A Coruña), Luis Novo Arcay (Malpica) e Iván Amarelle (Carballo).

Diego Carbajosa es vallisoletano y lleva bastantes años afincado en A Coruña. Es gerente de Nukloo y Tempodriver y mantiene una gran vinculación profesional, laboral y personal con Perú, país de procedencia del malogrado operario. El segundo implicado es el malpicán residente en Lima, Luis Novo Arcay. Expresidente del Centro Español en Perú, empezó a mover los trámites administrativos. Lo hizo a través de un escrito al congresista y representante de los Peruanos en el Exterior, Jorge Arturo Zeballos Aponte, quien, a su vez, trasladó la petición al ministro de Relaciones Exteriores, Javier González-Olaechea Franco.

Y el tercer implicado en esta operación solidaria es el carballés Iván Amarelle, gerente del grupo San Antonio. Entre los tres han hecho lo más complicado, poner encima de la mesa los 11.000 euros que cuesta el proceso de repatriación. Desde la morgue en la que se encuentra Miguel Ángel Reyes desde hace dos meses hasta el traslado al cementerio de Tablada de Lurín, en Lima.

Luis Novo Arcay fue el que inició los trámites y buscó los contactos al leer las noticias sobre lo acontecido en una nave del polígono de Bértoa. Fue el que también contactó con Diego Carbajosa. A esta ecuación solidaria hay que sumar a Iván Amarelle, del grupo San Antonio, quien también aportó su granito de arena a la causa para la agilización de los trámites. Ninguno de ellos quiso hablar de dinero por respeto hacia la familia de Miguel Ángel. Se limitaron a confirmar que el objetivo se ha cumplido y que en un plazo breve de tiempo «entre 10-15 días», los restos de Miguel Ángel descansarán en un cementerio de Lima.

Allegados de la familia también aportan algo de dinero, procedente de las actividades organizadas en Barcelona, al igual que el consulado, que también entrega una cuantía económica, y ya tramita los papeles del traslado. Celia Reyes, tía del Miguel Ángel, quiso agradecer públicamente la ayuda de estos tres empresarios y de todas las personas que dieron su dinero para que su sobrino «pueda descansar finalmente junto a su familia en Lima».